“La cosa más difícil es
conocernos a nosotros mismos; la más fácil es hablar mal de los demás”
-Tales de Mileto
Hace poco volvía a leer una
vieja historia que Hans Christian Andersen escribió tiempo atrás titulada: “El Traje Nuevo del Emperador”. En esta historia unos estafadores hacen creer a
todo un pueblo que son capaces de tejer los más hermosos vestidos en una tela
muy novedosa y extravagante, una tela que no puede ser vista por tontos o
ineptos.
En realidad no hay ninguna
tela, por tanto no hay ningún vestido. Sin embargo, el engaño es abismal, no
hay quien se atreva a negar la existencia de dichas telas por miedo al ridículo.
Que increíble visión la de
Andersen al escribir esta historia, pues no hablaba de una historia que sucedió
hace mucho mucho tiempo ni de un mundo muy muy lejano, hablaba de nosotros, de
nuestra civilización, del mundo de hoy.
Ya no buscamos conocimiento
en libros sino en redes sociales, y nuestras bibliotecas empolvadas son
olvidadas. Ya no aprendemos historia sino farándula, y nuestro pasado ahora
ajeno es sepultado. Ya no tenemos dirigentes prudentes sino actores, y nuestro
país maltratado va quedando destrozado.
Vemos al Emperador caminar desnudo y tratamos de
convencer a todos de que nosotros si vemos el “hermoso traje”.
Somos ahora nosotros los que
hemos pedido un traje, sabiendo que andamos desnudos y que el mundo nos ve
desnudos. Vestidos de mentira, de falsas ideas, de hipocresía y de crítica.
Desnudos en fin.
¿Vas a seguir caminando sin
ropa?
No hay comentarios:
Publicar un comentario