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miércoles, 19 de diciembre de 2012

El Verdadero Regalo


Por Viviana Venegas

“Era necesario que los hombres conocieran el Don de la Encarnación para que a partir de él, se inflamaran en el Amor Divino” 
-Santo Tomás de Aquino

¿Realmente los regalos y el reunirnos en familia es lo que sigue soportando la tradición de La Navidad después de 2012 años? Si este fuera el sentido, ¿no se podría vivir en cualquier momento del año? ¿O es que se necesita un mes específico y un día exacto para tener la excusa de comer banquetes, salir de viaje, ir de rumba y gastar el dinero dando regalos a los nuestros?

La Navidad es más que esto. Es el misterio central de la historia humana, es el misterio que ha sido capaz de partir la historia en dos: Antes de Cristo y Después de Cristo; acontecimiento de la cual hasta los “no creyentes” se benefician. Y es que no es cualquier cosa, es el fundamento de nuestra fe, es el momento en que la eternidad entra en nuestro tiempo.

¿Sabemos realmente lo que estamos celebrando? Y si no estamos de acuerdo, si no creemos en Cristo que se encarnó, ¿por qué lo hacemos? ¿Por qué no mejor cambiarle el nombre y celebrarlo en cualquier fecha del año?

Nuestra inteligencia es muy limitada para llegar a comprender tan grande misterio, y es que, con toda razón, sino Dios dejaría de ser Dios. Sin embargo, para poder llegar a contemplar, o por lo menos, intentar valorar este acto culmen del Amor de Dios se necesita entrar con la cabeza inclinada y con el corazón arrodillado… Pues el Rey de Reyes ha querido hacerse dependiente y necesitado de nuestro amor, encarnándose como un niño que no ha tenido un lugar donde nacer.  

Hace 2012 años, Jesús le pidió al hombre un lugar en su corazón y este lo tenía alquilado. Hoy en día, ese mismo niño, Hijo de Dios, sigue encontrando las posadas de nuestros corazones cerradas por el egoísmo, la soberbia, la avaricia, la vanidad, la lujuria.

Cristo viene a conquistar nuestros corazones indefenso, viene sin armas, viene a enamorar desde el interior. Y es el momento preciso para hacer de nuestro corazón su mejor morada, el lugar en donde Él va a querer nacer. Porque Él puede convertir toda la suciedad de nuestra miseria en amor.

Nos hemos acostumbrado mucho a esta verdad, que para muchos ni es la verdad. Sin embargo, no dejemos que la superficialidad de una celebración tradicional empañe el verdadero significado del amor mismo. 


“Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo único” 

-Juan 3, 16. 

lunes, 3 de diciembre de 2012

Me Duele tu Partida

Por Juan Camilo Ibáñez

No recuerdo cuando nací. No recuerdo pedir o decidir donde nacer. No recuerdo mis primeros pasos ni a las personas que me acompañaron en esos momentos. 

Vi morir a mis abuelos y note como, por caminos distintos, todos nos encaminamos al mismo final. Que rara es la vida, cuanto más te encariñas con alguien se va. Ese vacío que dejan las despedidas, esa dolorosa cicatriz que no parece sanar pero que el tiempo aliviana.

Veo ante mis ojos la tentación de tomar un camino. Vivir sin amar y sin encariñarme y evitar sufrir. Cómo sufrir si no hay pérdida? Pero la tentación se difumina de inmediato, pues el dolor de la perdida es el recuerdo de que fue hermoso, de que valió la pena.

Si mis padres murieran, no desaría no haberles tenido, por el contrario desearía que cada segundo que pase con ellos hubiera valido la pena. La intensidad del recuerdo va acorde con la intensidad del momento vivido. 

Para que, cuando nos vayamos lejos, o incluso de este mundo, escuchemos en el aire: "mi buen amigo, como me duele tu partida".

"El hombre que más ha vivido no es aquel que más años a cumplido, sino aquel que más a experimentado en la vida"
-Jean Jacques Rousseau


viernes, 23 de noviembre de 2012

El Despertador en las Mañanas

Por Juan Camilo Ibáñez

Cuéntame de aquello que te hace levantar en las mañanas…

¿Has visto el mundo allá afuera? ¿Has visto la intolerancia y el odio? ¿Has visto el miedo y la injusticia? ¿Has visto que peligroso esta… allá afuera?

Cuéntame de aquello que te ayuda a levantar cuando caes…

¿Estas dispuesto a sufrir nuevamente? ¿Por qué insistes si te está costando tanto? ¿Por qué luchas si parece que nadie lucha contigo?

Cuéntame de ese motor que mueve tu vida.

Está duro allá afuera. Vas a sentir frio y luego mucho calor. Vas a sentir hambre y sueño. Vas a escuchar mentiras y luego te dolerá la verdad. Vas sentir cansancio y desespero. Vas a tener sed y luego sentirás que te ahogas. Vas a sufrir y llorarás.

¿Cómo soportarás todo esto? Porque esto empezará cuando seas niño y te acompañará hasta el final.

Dime si ya encontraste ese motor en tu vida que te guie y sostenga, que te acompañe desde el comienzo hasta el final. Que conozca tu dolor y sufra contigo. Que no te abandone nunca y te inspire en todo momento.

Pero piénsalo bien, vas a envejecer y las cosas caducan, por tanto no podrá ser algo material que con el tiempo se dañe ni un animal o un ser humano que con el tiempo muera. No podrá ser algo lejano y distante que nunca te hable ni interactúe contigo, de ser así, en los momentos difíciles solo habrá vacío. No puede ser una idea o un sentimiento, porque cuando lo cumplas o se extinga, cuando lo alcances o superes ya nada tendrás.

¿Quién será Aquel que mueva tu vida?

Aun faltan muchas mañanas y muchos despertadores por sonar. Si ya encontraste tu motivación ya te puedes levantar.

"Si no sabes para que vives, da igual cómo lo haces"
-Adolfo Medina Haro






jueves, 22 de noviembre de 2012

Un Nuevo Comienzo


Por María José Pardo

¿Y qué si por un solo día nos animáramos a renunciar a todo lo que nos atrae? ¿Si por un día, tuviésemos el valor de decir no a todo placer, a todo gusto, a todo capricho? Les diría que, valdría la pena, cada segundo, cada minuto, cada instante; pues no hay nada más grato que poder renunciar a lo que más daño hace, y tener en parte el crédito de ser tú mismo quien se salvó.

Pero es la oportunidad que tenemos de elegir, de usar la libertad que al nacer se nos dio, por nuestro propio beneficio. Es más sencillo escoger, que ser obligado a sobrevivir. ¿No crees? Me explico. Una vez te das cuenta que todo lo que te gusta y te brinda placer te hace daño, es el momento en el que entiendes que te amas a ti mismo.

Si un simple dolor de columna, y no poder caminar por unas seis semanas, no fueron suficientes para entender que yo misma estaba matándome, qué más lo haría. A veces somos tan ajenos a nuestras propias vidas que ni siquiera valoramos el día a día. Podría parecer que un problema óseo es el causante de mis dolores en las piernas y en la columna. Pero el verdadero culpable fue mi día a día, mi pequeña dosis de veneno, fue la manera tan vaga que llevaba mi vida.

Cuando te dicen que debes dejar todo lo que te gusta, pues estás generando una enfermedad autoinmune, en tu organismo, las simples palabras y hechos te aterran. Pero es el: ¿Qué vale más? Lo que te cuestiona. Es el “Creo en ti” lo que te mueve. Y es tu fe y convicción que te para de una silla de ruedas para volver al juego, sin miedo a perder, sin miedo a ser derrotado. Con fuerza en una mano y esperanza en la otra, te aseguro que, después de eso, nada puede derrotarte.

Entonces ¿por qué no luchar? Si somos capaces de renunciar a nuestro diario vivir y dejarlo todo por volver a empezar. Por qué no aprovechar una segunda oportunidad que seguramente no volveremos a tener. Por qué no tomar ese “wake up call” y dejar de vivir en superficialidades y dejar de pretender que tenemos el mundo en nuestras manos, cuando es el mundo el que nos tiene a nosotros.

Tenemos que empezar a mirar más allá de lo que nos rodea, e intentar buscarle un motivo a nuestras luchas, porque afortunadamente, no es solo una. Tenemos que buscar ese motivo, o como una vez me dijeron, el valor agregado de éstas, para darles un sentido; para ser un testimonio o para darnos a entender a nosotros mismos que no estamos aquí de paso, y que nada es en vano.

Tenemos mil líneas que marcan nuestro destino, lo único que nos hace falta para cumplir el cometido es tener coraje para cruzarlas, y ya nada más hará falta.

“Un comienzo no desaparece nunca, ni siquiera con un final.”
-Harry Mulisch



martes, 13 de noviembre de 2012

El Veneno de la Crítica


Por Juan Camilo Ibáñez
"Nuestra crítica consiste en reprochar a los demás el no tener las cualidades que nosotros creemos tener."
-Jules Renard

No hay nada más dañino para la paz interior de cada persona que el estar continuamente criticando las acciones de otra persona.

¿Quién nos creemos al determinar las cualidades o virtudes que una persona ha de tener? Después de todo la critica nace cuando la otra persona no cumple nuestras expectativas, de otro modo no nos enteraríamos donde fallo.

No se debe creer, sin embargo, que juzgar sea malo. Si no juzgásemos nunca no podríamos mejorar pues toda acción libre de juicio es una acción desperdiciada. Tampoco llegar al otro extremo donde la neurosis nos envuelve y todo lo que a nuestro alrededor ocurre debemos comentarlo.

La paz nace de nuestra coherencia y nuestra comprensión. La primera llega cuando nuestro pensar y nuestro actuar se une y no cesamos nunca de buscar el bien. La segunda se alcanza cuando somos consientes que cada persona tiene su ritmo, que muchos caminaran por donde ya hemos caminado y que caminaremos por donde muchos ya lo han hecho.

La tolerancia es la ausencia de crítica pero no la ausencia de guía. Es comprender los defectos de los otros para que los otros comprendan nuestros defectos, pero no es abandonar al que ha errado para que cuando erremos no seamos abandonados.

martes, 6 de noviembre de 2012

El País del Nunca Jamás

Por Juan Camilo Ibáñez

"En el momento que dudas si puedes volar, dejas para siempre de ser capaz de hacerlo"
-J.M. Barrie

Parece que el país del nunca jamás, tal y como lo concebimos hoy en día, hace una perfecta alusión a su nombre. Como si el soñar con un mundo perfecto solo fuese cosa de niños y que a medida que la razón va calando y la experiencia formando este mundo soñado se va desvaneciendo.

Mi país del nunca jamás, mi utopía personal, es un sitio con defectos pero donde todos luchan por vencerlos. Un sitio donde el triunfo luchado pesa más que la suerte. Dónde la sabiduría es aprendida por la experiencia y el buen consejo vale oro. Un sitio donde la virtud es alabada y buscada. Un sitio donde el bien común vence el personal. Un sitio, que ante todo, es posible.

Hay frías mañanas de invierno en que al asomarnos nadie parece caminar por las calles, una triste sensación de abandono que debilita los ánimos. Hace falta una persona que salga a jugar en la nieve para que muchos más se animen.

Hay un país del nunca jamás porque nosotros lo hemos dispuesto así, sin embargo puede ser del ahora. Hay un mundo allá afuera que nos estamos perdiendo por seguir pensando en como actuar, o en que alguien más debería actuar. Los hechos más importantes de la historia parecieron una locura en su momento. Las acciones que más trascendencia generan son aquellas que, libres de todo egoísmo, son realizadas para beneficiar a los demás.

Es hora de salir, pues, y mostrarle al mundo que es en invierno cuando se hacen los muñecos de nieve.


viernes, 2 de noviembre de 2012

El Miedo a la Muerte

Por Juan Camilo Ibáñez

“Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte.”
 -Leonardo Da Vinci

Que terrible pensar en la muerte como el paso previo a la nada. No imagino el temor que trae sentir que el cuerpo falla y la mente ya no responde, y saber que lentamente se acerca ese enemigo infranqueable. 

Que terrible creer que se vive una vida sin sentido, que nuestras acciones mueren y que al marcharnos solo seguimos viviendo como un recuerdo en la mente de los que nos conocieron, recuerdo que con el tiempo se confunde y se diluye. 

Que terrible despertar cada día sin ningún motivo por mejorar, convencidos de que así como vinimos, sin desearlo ni buscarlo, nos iremos sin poder oponer resistencia.

Pero la muerte lejos de ser el fin es una transición. Lejos de ser sufrimiento es alegría. Lejos de ser temor es paz.

Si la muerte fuese el fin de todo, ninguno de nuestros días valdría la pena, no tendría sentido luchar y sufrir, mejorar y aprender porque en unos años todo se perdería. 

La vida, esta vida que vivimos, es breve, basta preguntar a un abuelo para saber cuan efímera es. Sin embargo, es la antesala de la plenitud, así como la prueba es la antesala del contrato. 

Si nuestros actos muriesen junto con nosotros ¿Qué sentido habrá tenido buscar el bien y sufrir por el mal?  Si nuestros actos fuesen olvidados ¿Qué sentido habrá tenido hacer el bien cuando nadie miraba?

Saber que se acerca el momento, cuando menos lo esperamos, en que nuestra alma abandona nuestro cuerpo y comienza una nueva vida. Porque el momento más oscuro de la noche es justo antes del amanecer.




miércoles, 31 de octubre de 2012

Los Niños del Mañana


Por Juan Camilo Ibáñez

“Lo maravilloso de la infancia es que cualquier cosa es en ella una maravilla. No era simplemente un mundo lleno de milagros sino un mundo milagroso.” (Chesterton, 2006)

En el momento de enfrentarse a la realización de una empresa, y entiéndase empresa como la “acción o tarea que entraña dificultad y cuya ejecución requiere decisión y esfuerzo.” (Española, 2006), surge la duda natural del móvil y objetivo.

Mucho se ha hablado sobre la importancia de la niñez en la formación de los individuos que conforman la sociedad. Karl A. Menninger (2007), reconocido psiquiatra americano, afirmaba: “Lo que se haga a los niños, ellos lo harán a la sociedad”.

Los japoneses, luego de su devastadora derrota durante la guerra, decidieron adoptar algunos de las antiguas costumbres de sus antepasados para hacer resurgir aquella sociedad de las cenizas. La principal medida que tomaron en las escuelas y colegios fue la disciplina. Los niños siempre serían niños, siempre jugarán y molestarán, sin embargo, en el momento del estudio y la superación personal, la disciplina debe estar por encima de las habilidades personales y de la inteligencia.

Por otro lado María Montessori (1964) aseguraba que las mentes de los niños en estas edades se comportaban como esponjas. Una experiencia de estudio y diversión combinados en la niñez serán la clave de un estudio dedicado en la vida adulta.

¿No será que todos los males que aquejan a la sociedad son consecuencia de una decisión egoísta en vez de una decisión comunal? ¿No será que la falta de atención a la niñez, la falta de dedicación y entrega, de cariño y acompañamiento han desencadenado los grandes problemas contra los que hoy en día batalla el mundo?

Que importante resulta, pues, no solo recordar que toda acción y determinación que emprendemos en nuestro día a día, todo proyecto o iniciativa que comenzamos, debe tener como enfoque y objetivo principal el trabajo arduo e incansable en pro de la sociedad, y principalmente en fomento del espíritu infantil.

Si los gobiernos y las empresas unieran esfuerzos para formar consiente y decididamente a la niñez, con juegos y estudio, con experiencias y motivaciones, nos encontraríamos a dos generaciones de tener el mundo soñado.

“En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes, sin los cuales no podría vivir. El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta.” (Neruda, 2005)

Bibliografía

Chesterton, G. K. (2006). The Autobiography of G.K Chesterton. San Francisco: Ignatius Press.
Española, R. A. (2006). Diccionario escencial de la lengua española. Barcelona: Espasa Calpe.
Menninger, K. (2007). The Crime of Punishment. Bloomington: AuthorHouse.
Montessori, M. (1964). The Montessori Method. New York: Schocken Books.
Neruda, P. (2005). Confieso que he vivido. Santiago: Pehuén.



lunes, 29 de octubre de 2012

Sobre el Sufrimiento


 Por Juan Camilo Ibáñez 

“Quizás el sufrimiento y el amor tienen una capacidad de redención que los hombres han olvidado o, al menos, descuidado.”
-Martin Luther King

Mucho se ha escrito para guiar al hombre hacia una vida sin sufrimiento y llena de comodidades. Sin embargo, a medida que el sufrimiento se acerca nuestras decepciones se acrecientan pues no hay nada en este mundo que pueda alejarnos del sufrimiento. 

Si el sufrimiento es un hecho, si es una situación que tarde o temprano llegará, ¿cómo debemos afrontarlo? Tal vez lo lógico resulte buscar evitarlo a toda costa, llenar nuestra vida de facilidades y comodidades y, cuando el sufrimiento ya sea inminente, simplemente apartarnos de este mundo. Una respuesta cómoda a una situación incómoda. Una respuesta irresponsable a una situación que amerita ser afrontada.

Lo curioso del sufrimiento es que no hay rival que se le oponga. El sufrimiento tumba a los más fuertes y desmotiva a los más alegres. 

Sin embargo, contrario a lo que se cree, la respuesta al sufrimiento no debe ser evasiva. Pocas son las oportunidades que tiene el ser humano para identificarse con la humanidad como la que le presenta el sufrimiento. Nosotros, los que caminamos tranquilos por la vida sin mayor preocupación, que tenemos una cama caliente y un plato de comida, que recibimos educación y salud, olvidamos muchas veces el mundo doliente que existe afuera.

Pocos son los momentos en que podemos crecer en paciencia y confianza, esperando mejorar, sabiendo que no sufrimos en vano así como no vivimos en vano. Creciendo en humildad y docilidad, recordando que no lo podemos todo ni lo somos todo, que al mundo vinimos sin decidirlo y del mundo nos iremos igual.

Pocos son los momentos en que logramos marcar corazones. En que nuestras decisiones, fortaleza y valentía logran mover multitudes y cambiar vidas. Ese momento específico en que nuestra humanidad, tan maltratada y humillada, se alza en dignidad, recordándonos que lo importante no es evitar el sufrimiento sino amar mientras se sufre.

Porque si amas en el sufrimiento y logras ser feliz a pesar de él, amarás en cualquier situación y a cualquier persona sin importar lo que suceda. 

“Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento.”
-Viktor Frankl