Translate

martes, 6 de agosto de 2013

Boceto de un Sendero



Por Juan Camilo Ibáñez

¿Alguna vez has cerrado los ojos y pensado en el futuro? Hay veces que el pasado nos consume de tal forma que no disfrutamos del efímero presente y nos sentimos arrollados por un sorpresivo futuro.

Desde que nacimos no hemos dejado de movernos, cada quien a su ritmo y en su condición, cada quien con su rumbo o con su desorientación. Pero en todo caso nos movemos. 

Hemos recorrido una parte del camino, algunos sabemos dónde estamos, otros estamos completamente perdidos y otros ni nos habíamos enterado cuando llegamos hasta aquí. En todo caso has recorrido una parte del camino y aún queda otra parte por andar. Para algunos será corta, para otros larga, para otros acaba de terminar.

Si aún no sabes dónde estás cierra los ojos y piensa. ¿Dónde estoy? ¿Cómo llegue hasta acá? ¿Quién soy? ¿Qué espera la gente de mí? ¿Qué espero yo de mí? Podrán pasar días y años, pero la respuesta ciertamente es sorprendente.

Si ya sabes dónde estás, quién eres y que esperas de ti, puedes preguntarte: ¿A dónde voy?. No pienses en un camino determinado sino en un camino que tú determinas. Como dice al final del poema de William Ernest Henley Invitus: “Soy el maestro de mi destino: soy el capitán de mi alma”.

Si ya sabes quién eres, a donde vas, que esperas de ti, solo queda empezar a andar, aunque en realidad nunca dejaste de hacerlo, ponerte en marcha y alcanzar tu sueño, un sueño posible, un sueño alcanzable, el sueño que has querido que te determine pero que podrás modificar conforme avanzas.

Entonces verás el camino iluminarse frente a ti, muchas partes siguen turbias, oscuras o nublosas, pero vez la luz del final, la luz que te guía, la luz con la que determinas tus pasos.

“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
-Antonio Machado

No hay comentarios:

Publicar un comentario