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jueves, 13 de septiembre de 2012

La Historia del Baúl


Por Juan Camilo Ibáñez
Un día un joven recibió un baúl.

Paso largo tiempo pensando de donde provenía el baúl. Trató de recordar si lo había pedido, pero por más que intentaba no recordaba haberlo hecho. Sabía que él no lo había construido, después de todo no sabía construir baúles. ¿De donde provenía, pues, aquel curioso baúl?

Miro atentamente alrededor del baúl en busca de señales, pero no parecía haber nada. Que oportuno hubiese sido que viniera con un manual, o al menos una nota. Decepcionado se sentó a un lado y comenzó a mirar el baúl. Era un baúl hermoso, sin duda alguien lo había querido mucho. 

El joven no lograba comprender porque había recibido un baúl tan hermoso sin haber dado nada a cambio. Esto resultaba sumamente extraño, pero había algo en aquel baúl que le inspiraba tranquilidad. Se sentía sorprendido que alguien pudiese ser tan generoso y se preguntaba si el haría lo mismo de tener la oportunidad. 

¡Eso es! –se dijo- Partiré a un país lejano y pobre y repartiré todo a aquellos que lo necesitan.

Sin perder tiempo organizó todos los preparativos, tomo el baúl y emprendió el viaje.

Cuando llegó una gran multitud lo estaba esperando, después de todo la generosidad siempre ha movido a las personas, y esto dio gran satisfacción al joven. Sin más preámbulos abrió su baúl dispuesto a entregar todo lo que en él había, pero su sorpresa no pudo ser mayor. El baúl estaba vacío.

Se sintió muy avergonzado y decepcionado. ¿Por qué alguien le daría un baúl vacío? Que clase de broma era aquella. ¿Qué entregaría ahora a todas aquellas personas? ¿Qué podría entregarles si no había nada en su baúl?

De pronto, el joven se iluminó, esa había sido la pregunta clave. Para poder entregar algo él debía primero llenar su baúl, después de todo nadie puede dar lo que no tiene. Para poder dar mucho debía mantener su baúl lleno, cuanto más lleno más personas se verían beneficiadas y más tendría que esforzarse él por mantener lleno su baúl.

Tal vez todos tengamos un baúl que espera ser llenado. Tal vez muchos pueblos esperan a que ese baúl se llene para verse beneficiados. Tal vez lo único que hace falta es empezar a llenar el baúl.

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