Por Juan Camilo Ibáñez
¿Quién soy
yo? No pregunto de dónde vengo ni a dónde voy, pregunto simplemente quién so yo en
este momento.
Me lo
pregunto, más que nada, porque aparentemente conozco mejor a otros que a mi
mismo. Me he sorprendido hablando con elocuencia y sin preocupaciones, dando
juicios y haciendo afirmaciones. Porque resulta fácil hablar del otro,
principalmente si eso que se dice es malo. Pero ¿Quién soy yo para ser
espectador y narrador de vidas ajenas si aun no conozco mi propia vida?
Un momento de
paz y reflexión al día es lo único que me pido. Un tiempo para conocer a aquel
con quien convivo. Pues nada más extraño que resultarme ajeno a mi mismo. Nada
más arriesgado que salir a enfrentar el peligro sin saber como reaccionaré. Nada
más iluso que querer cambiar si no sé que estoy haciendo mal.
He de tomarme
el tiempo para sentarme en las noches y ver quien fui en el día. He de mirar un
espejo, que no refleje mi ánimo sino mi ser. He de escribir una historia, que
no narre quien seré sino lo que haré para serlo. He de valerme de un mapa, para
trazar el camino y nunca más perderme.
Y no será un
reflejo fácil de ver, ni una historia fácil de escribir, ni un mapa fácil de
seguir. No será fácil encontrarme conmigo, si lo fuese ya lo habría hecho
antes. Pero estoy decidido a enfrentarme a mi mismo y ser quien yo quiero ser
para llegar a donde quiero llegar.
"Los
hombres están siempre dispuestos a curiosear y averiguar sobre las
vidas ajenas, pero les da pereza conocerse a sí mismos y corregir su
propia vida."
-San Agustín
No hay comentarios:
Publicar un comentario