Por Juan Camilo Ibáñez
Hace un tiempo entré a un parque vacío. Vacío por el silencio. Vacío por la ausencia. Vacío por el olvido. Y noté que los juegos se encontraban tristes y oxidados, y el pasto largo y descuidado, y la maleza crecía y se enredaba. Y vi que estaba solo.
Bajé la vista y lloré.
Lloré de amargura. Lloré de tristeza. Lloré de nostalgia. Y noté que conocía
aquel parque, ya había estado allí, lejos en mi infancia. Y el parque tomó
vida, y los juegos ya no estaban oxidados, y había niños en ellos, y familias
los cuidaban. Pero pronto descubrí que la alegría del parque vivía en mis
recuerdos.
Muchas veces duele
cuando alguien que amamos se marcha, cuando alguien cercano se aleja o cuando
un ser querido muere. Muchas veces nos
duele cuando sentimos la nostalgia de años pasados, recuerdos antiguos,
alegrías pasadas. Pero no basta llorar y caer en la amargura, no basta sentir
que la vida se acaba y que el tiempo se esfuma en un sin sentido.
Esos parques
abandonados, esos juegos oxidados vuelven a la vida con los recuerdos pasados.
Duele la ausencia pero queda la experiencia. Y es triste el recuerdo pero más
triste aun si no hubiera sucedido. Porque esas personas que estuvieron y ya no
están nos marcaron, y esas personas que extrañamos nos recuerdan que la vida es
una y vale la pena vivirla.
"Poder disfrutar de los recuerdos es vivir la vida dos veces"
-Marco Valerio Marcial
Muchas veces en la vida somos nosotros los que decidimos si queremos un interior "Vacío por la ausencia. Vacío por el olvido. Y noté que los juegos se encontraban tristes y oxidados, y el pasto largo y descuidado, y la maleza crecía y se enredaba." - (Juan Camilo Ibañez), o realmente queremos que sea todo lo contrario, que sea una vista agradable y viva, que ese parque este lleno de gente y de color. Debemos siempre buscar que nuestra alma esté en equilibrio y balanceada en todos los aspectos importantes para que sea integral en todo sentido. También nos queda la experiencia, siempre quedan cosas buenas y malas, tenemos que siempre extraer y adueñarnos de esas cosas buenas que quedaron y desechar las malas para lograr tener siempre los mejores recuerdos de estas experiencias.
ResponderEliminarEl pasado ya no nos pertenece, solo podemos llenar ese parque con un nuevo presente.
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